martes, 2 de junio de 2015

El beso I

Hoy más que nunca me llena de orgullo aquel instante
en que dejé caer mis manos sobre las tuyas,
el que después de mil lágrimas caídas
llegué hasta tu frente y cerrando los ojos,
y sintiendo un ahogo inexplicable,
te dí el beso de despedida.
Ya no hablabas...
Ya no sentías dolor...
Solamente mis labios rozaron tu delicada piel
y unas horas más tarde,
emprendiste tu viaje.

Sabiendoamar

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